Animus Iocandi: Si te crees lo que lees aqui, es tu problema

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De mi barco camaronero y otras cosas…

Se que algunos esperaban que subiera algo acerca de mujeres.

Sin embargo, a veces en la vida de un hombre, llegan cosas mucho mas importantes. Cosas que deciden el destino de la vida misma, que son parteaguas en cuanto a la direccion que ha de tomar la en su existir diario.
Aunque no lo crean, mis amados lectores y lectoras, hay mas cosas en la cabeza de un hombrepechos que las mujeres.

El domingo pasado, mi padre regreso de visitar a mi abuela. Es ya una mujer grande y en ocasiones no puede cuidarse por si misma. Sin embargo, a diferencia de lo habitual, mi padre regreso con algo distinto esta vez.
Eran dos coliflores.
Pero no coliflores como cualquiera que ustedes hayan visto en su vida.
Mi abuela dijo que una caravana de gitanos paso cerca de su casa, regalando brotes de coliflor a los curiosos; mi abuela entre ellos.
Cuido por cuatro dias de su brote, le puso agua y lo acerco al sol de la ventana para que creciera.
Nada demasiado fuera de lo normal, a no ser por el penetrante aroma que despedia la blanca hortaliza.

Pero lo mas extraño sucedio en la noche del cuarto dia.

La coliflorsota

¿No la conocias? aqui la tienes en todo su esplendor.

Mi abuela fue despertada por un estruendo horroroso, como si una manada de toros enfurecidos peleara dentro de su casa.
Lentamente bajo las escaleras, esperando encontrar demonios y animales salvajes.
Pero lo unico que encontro fueron raices y vainas monstruosas, que se unian todas en una gigantesca cabeza blanca, con las vetas y protuberancias de un cerebro humano.
Temerosa, mi abuela encendio la luz, para descubrir que solo era su «brote» de coliflor, que se habia transformado de la nada en una gigantesca planta.

Al dia siguiente, mi padre la visito y fue asi que regreso con dos coliflores, tan grandes que el suelo del automovil quedo inservible de rasparse contra el pavimento durante todo el camino.
Me considero un hombre fuerte. No musculoso ni exageradamente poderoso. Pero si fuerte.
Cinco amigos y yo no pudimos levantar una sola de las coliflores, que puestas en el suelo, superaban mi cintura. Mido un metro con setenta y cinco centimentros.

Rodando y a duras penas, logramos meter las coliflores a mi casa, las dejamos descansar en la cocina, mientras llamabamos a una ambulancia, pues hacia veinte minutos que Alberto no respiraba… se quedo echando una siestecita, creemos por el cansancio; aunque fue de muy mal gusto que se tirara asi como asi en medio de la calle para dormir.

Paso la noche, sin mayor problema, aunque no dormi a gusto.
Tuve la pesadilla mas extraña de mi vida.
Una mujer fantasma me mordia la cabeza, y yo no sabia porque. Iba toda vestida de blanco, y sus ojos estaban huecos.
Desperte varias veces a mitad de la noche, y cada que lo hacia, en medio de mi sopor, me parecia ver a Menchi correr fuera de mi cuarto. Digo, creo que era Menchi, porque era blanca y gorda.

Por la mañana, mis tres perros estaban en mi cama, temblando y chillando.
No supe porque, aunque no me extraño, ya que los cohetes de las ferias y los truenos los asustan.

Fui a la cocina por mi desayuno y me sorprendi de ver que las coliflores eran ya de mi tamaño. Una de ellas incluso me superaba por al menos diez centimetros.

Lo mas «sorprendente» fue que un ruido ronco y (al parecer) lejano parecia salir de ellas.
Era como el respirar de un perro San Bernardo dormido. Un perro gigantesco.

Pose mi mano sobre la que tenia mas cerca y con horror note que se movia. En ciclos… o de manera… constante… ¡Estaba respirando!
Rapido retire mi mano, y busque el cuchillo mas cercano. Dude un poco… me mordi los labios mientras la hoja me iluminaba la cara con el reflejo de la luz.
Lo hundi como si la coliflor monstruosa estuviera hecha de mantequilla. Pegue un tajo y perdi el agarre del mango de madera.
Un chirrido salido del infierno me taladro los oidos, haciendome sangrar de uno.

(No te preocupes, si aun escuchas la cancion anterior, no necesitas detenerla para oir esto)

(El chirrido fue asi, pero este da risa en comparacion)
Las manos me temblaban violentamente.
Mi vision se volvio borrosa, pero pude distinguir un enorme ojo inyectado de sangre que me miraba lleno de ira, desde dentro de la brecha que habia hecho en la coliflor.
Un tentaculo (¿o deberia decir raiz?) me azoto contra el estante, bañándome con una lluvia de trastes y porcelana. Aun aturdido, tantee en el suelo, y estupidamente comence a lanzar todo lo que tocaba. Platos rotos, cubiertos y perros. Mi instinto de supervivencia palpitaba a la par que mi cabeza adolorida, y no me permitia pensar correctamente.
Llevo años viendo programas de supervivencia y jugando videojueos donde combates con seres de otro planeta y soldados sedientos de sangre. Pero algo he de decir. Todo eso no sirve de nada cuadno tu vida esta en riesgo.

Como pude me arrastre lejos de la enfurecida coliflor, que golpeaba y arrastraba el refrigerador y la estufa por toda la cocina, con sus ramas que parecian los tentaculos verdosos de un pulpo.

Vi una escoba rota, y como si alguien me lo susurrara al oido la tome del suelo.
En segundos que parecieron horas, me vi como en un sueño. Evadi ramas, y vi el refrigerador abollado volar sobre mi cabeza. Mis dedos se enredaron en el palo roto de escoba que se quejo con un crujido por la fuerza con que lo apretaba.
Un movimiento, hacia arriba, de un salto.
Otro movimiento, mis brazos descendiendo en el aire.

El ojo de la coliflor exploto en jugos grises y viscosos, los chirridos se convirtieron en gorgoreos, como si una garganta inmensa se ahogara con una bola de boliche.


(Asi)

Las ramas se pusieron flácidas y cayeron donde antes se movian como serpientes horriblemente largas.
Vapor amarillento comenzo a chorrear de todos lados de la planta muerta, mientras lo que se podria considerar el «cerebro» de la coliflor se ponia marron y comenzaba a descomponerse. El olor era insoportable, tanto que la habitacion se habia comenzado a mover como si estuviera dentro de una lata que agita una mano gigante.
Note que sangraba. Creo que del brazo, no estoy bien seguro, solo vi la sangre brotando y empapandome la ropa.
Cubierto de sudor y moco de coliflor, senti como las piernas se me hacian como de papel mojado y no tuve mas opcion que desmayarme sobre los platos rotos.

Desperte en mi cuarto, con mis padres acompañadome.
Creo que pasaron alrededor de cuarenta minutos desde que me desmaye en la cocina.
Me agradecieron y me llenaron de besos y abrazos. Un poco desconcertado, los correspondi. Llore de felicidad pues la amenaza de las coliflores mutantes yacia en el pasado.
Mientras mi madre me besaba, dijo:

«-Muchas gracias hijo, gracias por hacerte cargo de ambas coliflores…»

 

Un momento.

¿Ambas coliflores?

Al parece, solo habian encontrado el cadaver de una de las coliflores… solo uno

Dicen que enloqueci. Dicen que sali a la calle cuchillo en mano, gritando al aire a las coliflores infernales. Dicen que apuñale arbustos y arboles en mi camino hacia el supermercado a la seccion de verduras.

Yo no recuerdo nada.

Escribo esta entrada desde el sanatorio municipal de Arkham, gracias a Dios tienen internet.
Me he informado. He estudiado libros por internet.
Se que esas coliflores cayeron del espacio. Se que eran una pareja enviada a reproducirse y conquistar la tierra… y ahora la que escapo debe estarme buscando. Se tambien que pueden oler (o percibir, no estoy seguro) a una persona a miles de kilometros de distancia…

salen por las noches salen por las noches es justo cuando estana masactivas
se que em esta buscando
puedo oirla alla afuera pued oir como repta
estae ne el pasillos iento el piso retumbar baoj mis pies

ese ojo ese ojo ese ojoo

uzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzz.....uzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzz


De mi profesora Sexy…

El dia de ayer, tuve una experiencia increible.
Primero, debo decir que me considero un estudiante promedio, tirando un poco a holgazan y algo procastinador. En las artes del amar, nunca me he visto sobresaliente o por encima de lo normal.
Pero este lunes, ha sido un lunes inolvidable, por una simple razon.
Comparti una tarde de pasion con una de mis profesoras. Por su edad, es dificil pensar que es una profesora. Se que algunos de mis compañeros desearian ser tan afortunados como yo, pues en repetidas ocasiones los he escuchado murmurar vulgaridades a su paso. Se que en el fondo, la desean.
Por increible que pudiera sonar esta afirmacion, debo decir que no ha sido algo premeditado ni planeado. Simplemente sucedio, tal como una tormenta o un huracan.

Era temprano, llegue antes de mi hora habitual por que queria comer en la cafeteria y tenia dudas acerca de cierta materia.
Mi codigo de honor, y mi educacion no me permitiran decir la materia que imparte mi profesora, asi como tampoco puedo revelar su nombre ni su departamento.
Seria faltar el respeto a la confianza que ella me brindo.
En fin, que era temprano y despues de consumir un copioso almuerzo, me dirigi a buscar a mi profesora.
Me dirigia hacia la direccion de la universidad para preguntar por ella, cuando de pronto la vi.
Hermosa como cuando me deslumbro por primera vez.
Ella tambien me vio y me sonrio, de esa manera coqueta que solo las mujeres de verdad tienen.

-Hola profesora A…., quisiera consultarle una duda con respecto a su clase.
-¡Yorch, que elegancia la de Francia – contesto mi saludo con una broma y una risita– , por favor, hablame de “tu”, me siento un poco incomoda cuando me llamas por mi apellido!
Respondi su risa con un gorgoreo de mi pecho, alimentado por mi timidez nata y mi temor por que notara mi silenciosa adoracion por ella.
-Esta bien L…. , me gustaria preguntarte… veras… cuando un-
Ella interrumpio subitamente mi frase.
-Tendremos que hablar en mi cubiculo, tengo un poco de trabajo administrativo y necesito empezar de una vez… ¿Te molestaria pasar dentro de una… media hora?.
Asenti con la cabeza y vi como se alejaba hacia el edificio de su departamento. Sus caderas se contoneaban, invitadoras y redondeadas.
Me senti emocionado y un poco temeroso. ¿Acaso sabia de mi amor secreto? ¿Se me estaba insinuando? ¿Compartia el mismo sentimiento que yo por ella?
Con todas estas dudas rondandome la cabeza, decidi pasar al gimnasio de la escuela, con la esperanza de despejarme un poco.
Termine mi rutina, y vi en mi reloj que habian pasado tres cuartos de hora.
Me duche rapidamente y me dirigi al cubiculo de mi profesora.

(Te recomiendo detener la musica si aun la estas escuchando)

-0-

Toque la puerta con los nudillos, y escuche su voz sensual y melosa contestar desde el otro lado.
-¿Yorch?
-Si, soy yo.
-Adelante.
Concisa, tajante, viperina.
Con el ronroneo de una pantera en la voz, me seducia de oido. Sentia en mi cabeza las notas sensuales que mi corazon me tocaba con cada fibra de mi ser.


Abri la puerta lentamente y un aroma dulzon y embriagante me golpeo como un puño de plumas en el rostro.
Era el perfume de mi profesora. La vi sentada en su silla, como cualquier otro dia en el aula; solo que esta vez, se veia distinta.
¿Seria su peinado? ¿La forma en que sus labios me apuntaban? ¿El brillo que sus ojos desprendian?
Fuera lo que fuera, me tenia hechizado.
-Cierra la puerta, no me gustaria que nos interrumpieran.
El corazon se me volco dentro del pecho. ¿Se me estaba insinuando?… No, demasiado bueno para ser real.
O tal vez…
Gire y cerre la puerta lentamente, como es mi mania, para no hacer ruido.
En cuanto me di la vuelta para mirar de nuevo a mi profesora, ella se encontraba ya de pie junto a mi.
A pesar de que la profesora es mas baja que yo, en ese momento se erguia segura y orgullosa, como una estatua de marmol.
Perdi el habla, pues me senti dentro de un sueño.
-L… no podemos… tu eres una maestra… y yo…
Silenciosa, puso sus manos sobre mi pecho, y comenzo a besarme el cuello.
Sus labios me mordian como un par de pirañas hambrientas; centimetro a centimetro devoraba mi piel morena. Sus manos encontraron las mias, mire veloz y me senti excitado de que una de sus manos no alcanzara ni la mitad de la mia. Con fuerza, me hizo abrazarla.
Pegada a mi pecho, me susurro lo mas cerca del oido que pudo, como si de un secreto se tratara.
-He visto tu mirada Yorch. Se que me deseas. Se que deseas este cuerpo. Y yo te deseo a ti. Hazme tuya, se uno conmigo.
Me rendi por completo. Ella lo supo siempre.
Al hacerme participe de su conocimiento, me deshinibi por completo, no me importo mas nada y comence a besarla con pasion.
La cargue por los muslos con una mano, y con la otra derribe algunas cosas que estaban sobre su escritorio; la puse fuertemente en e lescritorio, y me puse yo sobre ella.
Mi despliegue de burda y ruda hombria parecieron excitarla de manera monstruosa, pues comenzo a gemir mientras se frotaba contra mi cuerpo.
Mordi sus  hombros mientras ella me encajaba las uñas en la espalda y gemia cosas sucias.
-Siento el aroma a sudor en ti…
Me sorprendi de que me lo dijera, pues habia tomado una ducha antes de ir con ella, pero me di cuenta de que se referia  a mi aroma de hombre.
Un demonio parecio tomar posesion de mi cuerpo, pues comence a arrancarle la ropa a mordidas. Alguna de mis dentelladas le debio rasgar el muslo, pues de un momento a otro sentia  el sabor de la sangre en mi lengua, y tengo recuerdos borrosos de mi pecho manchado de carmin.
La profesora pataleaba y me golpeaba con los puños que la dejara, que la estaba lastimando.
Pero no me importo, sabia bien que ella lo deseaba de esa manera.
Como pudo, me rasgo la playera y me bajo los pantalones.
Hicimos el amor, y desde ese momento supe lo que era una mujer de verdad.
Durante la batalla de nuestros cuerpos desnudos, derribamos un librero y continuamos acariciandonos sobre los libros y papeles que de el cayeron.
El calor que nuestros cuerpos desprendian se sentia pesado y humedo en el aire, como si hubieran encerrado el mar Caribe en su cubiculo.
El reloj marcaba las siete de la noche.
Nuestros cuerpos pegajosos y empapados de sudor ajeno yacian agotados sobre papeles mojados y arrugados; respirando trabajosamente.
Nos vestimos y nos dimos un ultimo beso por ese dia.
-Vuelve cuando tengas otra duda, Yorch, estare esperandote.
Fue lo ultimo que me dijo, antes de abandonar su oficina, ahora transformada en un campo de guerra.
Mientras asentia, y le daba las gracias, se puso de nuevo la dentadura postiza y sus lentes de fondo de botella.
Su cabello blanco y su piel arrugada se veian hermosos.
La proesora L… cambio por completo mi concepto acerca de las mujeres de 75 años.


Del hurto…

El dia viernes, la vida me mostro una de sus facetas mas increibles.
El trabajo en equipo jamas dio mejores resultados que durante la clase de Sistemas de Diseño.
La historia es sencilla.
Todo comenzo hace largos años en el pasado, cuando las praderas no tenian dueño y los bosques no tenian nombre, que la profe nos mando a completar tres tareas.
La primera de esas tareas fue la de convertir un hoja de papel en una cuerda que pudiera rodear una manzana.
Al principio, sonaba simple, y relativamente estaba dentro de lo mas sencillo de hacer.
Mil estudiantes lo intentaron antes que nosotros, pero ninguno de ellos fue capaz de rodear la manzana con la hoja de papel.
Fue entonces que el trio galaxia entro en accion.
Usando mi vision artistica, mostre a Brenda como recortar la hoja por los bordes hasta conseguir hebras del grosor de un cabello. Con estas hebras que sumaron 11000000 leguas, logramos rodear la manzana.
La segunda prueba fue la de alzar una torre de Babel, que alcanzara el techo del salon, con una hoja de papel.
Una vez mas, Brenda hizo notar su talento para hacer crecer las cosas.
Recortando cuadros en el papel, alzamos la torre apenas por encima de nuestras cabezas. Lloramos en silencio el no haber triunfado… Pero una chispa de ingenio se hizo ver en los ojos de Fercho.
Usando sus poderes arquitectonicos furiosos y mis habilidades artistica, mejoramos el diseño de Brenda, pero aun asi no logramos tocar el techo.
La profesora estaba impresionada por nuestro trabajo en equipo.
Pero su tercera prueba fue la mas dificil de todas.
Con una hoja de papel, debiamos idear un objeto que pudiera soportar un banco. Con una hoja de papel.
Desesperados y en una carrera contra el tiempo, idee un cilindro que se doblaba sobre si mismo mientras que cantabamos el himno de Rusia.


Cual fue nuestra sorpresa cuando el Cilindro Ruso soporto cinco kilos de libros y el banco.
La maestra nos revelo su verdadera identidad. Era Freya, la diosa nordica del hielo, la cual nos habia hecho ser dignos.
Nos revelo que la manzana no era una manzana, sino el mundo mismo y que nosotros habiamos sido capaces de rodearlo con una sola hoja de papel. El techo del salon era el cielo mismo, y nuestra torre habia perforado una nube. Y por ultimo, el banco era el peso de nuestra carrera, el cual habiamo sido capaces de soportar, aunado a los cuadernos.
Tomo nuestros trabajos y los mostro a nuestros incredulos compañeros.
Fuimos el ejemplo a seguir; muchos intentaron imitar nuestro trabajo, pero se encontraron frente a muros de desprecio y decepcion eternos.
Salimos victoriosos y con la frente en alto, acompaados de R2, cuya hombria estaba a punto de ponerse a prueba.

(te recomiendo detener el himno ruso si aun lo escuchas)

-0-

Era tarde y la universidad se encontraba relativamente sola, la luna nos miraba desde el cielo de tinta, y derramaba plateados besos sobre nuestras cabezas, que brillaban de exito y gloria.
Un monolito con comida en su interior nos saludo burlon, con una luz interna, que nos mostro un tesoro inalcanzabe.
Las Legendarias Galletas de la Discordia.
Al posar su vista sobre las Galletas, Arturo enloquecio y parecio poseso por un demonio de hombria. Los vellos de su pecho se erizaron, y convirtieron en jirones su camisa, mientras los musculos de sus piernas y brazos crecian de manera exponencial.
Con un cabezazo se baño la frente de sangre, pero la onda de choque que envio hacia el monolito provoco que un paquete de galletas cayera.


Como lobos hambrientos, armamos una orgia de alimentacion compulsiva, Gabriela reia como si hubiera perdido la razon, mientras los demas nos revolcabamos en nuestra propia autosatisfaccion a la luz de la luna.
No recuerdo que paso.
Juro que olvide todo lo que sucedio despues. Imagenes vienen a mi mente, imagenes horrorosas donde copulo con demonios y furias, recuerdos borroneados de alucinaciones psicodelicas, donde vuelo por oceanos de sangre, y atravieso paredes de densa bruma mientras peleo contra dragones purpuras y quimeras aladas.
Despertamos a la mañana siguiente, desnudos y en un prado a 4 kilometros de cualquier tipo de civilizacion.
El cuerpo me dolia, y no podia moverme de la cintura para abajo sin sentir dolor excruciante.
Avergozados reunimos las pocas pertenencias que pudimos encontrar y sin mirarnos las caras regresamos a nuestras casas.


De la Escuela…

El dia de hoy desperte a la luz del amanecer, a eso de las 11 de la mañana.
Era un día hermoso. Con vientos cálidos, provenientes del sur, con aves recién nacidas y padres pájaro alimentándolas.
La vida me sonreia, y despues de un apetitoso desayuno de pavo crudo y cabezas de bebes, me dispuse a ir a la escuela.
Sin embargo, las cosas cambiaron de un momento a otro.
El sol ennegrecio y las nubes se volvieron acidas.
Decidí meterme a bañar, antes de cambiarme de ropa, principalmente porque mis aromas de macho se acumulan durante la noche y en ocasiones he tenido que «sacrificar» a jovencitas cuyas narices no están listas para tal despliegue de hombría.
Me di cuenta de que algo andaba mal porque al cepillarme,  me descubri un nudo en el cabello. UN NUDO. En MI cabello.
Rompi el peine como es reglamentario, y me conecte a internet para averiguar al respecto. Mi investigacion exhaustiva de 10 minutos me llevo hasta un camarada de algun trimestre pasado.
Para mi dolor, hizo realidad mi mas terrible premonicion.

Mi hermana esta en la mañana, y me mando un mensaje de que habria actividades a partir de las 4

Los pelos de la nuca se me erizaron como si supieran que un depredador furioso estaba por atacarme.
Mis dedos se enfriaron sobre el teclado. Senti claramente como una parte de mi alma se rompia mientras algo dentro de mi sollozaba al morir lentamente.
Apague la computadora y permaneci en silencio por hora y media.
Llore en silencio en mi cuarto, con la luz apagada y las ventanas cerradas.

Estaba enojado y triste a la vez.
Golpee mis puños contra la mesa, una y otra vez mientras gritaba que no podia ser cierto, que era una pesadilla y que en realidad no me habia levantado y continuaba soñando.

Escribi esta entrada mientras me cortaba las venas y anudaba una soga al foco para colgarme y no tener oportunidad de sobrevivir.
Mientras leen estas lineas, estoy seguro ya no estare mas entre los vivos.

Despues de enjugar mis lagrimas, me tire en mi cama a leer comics.
Estaba enojado porque me levante y prepare para ir a la escuela a lo estupido, cuando que pude dormir el resto del dia…